Llamadas desde el más acá
Publica hoy Casimiro García Abadillo en El Mundo que el juez Del Olmo habló varias veces con la mujer de El Chino antes y después de la explosión del piso de Leganés.
En una de esas conversaciones, cuatro días después de la explosión, la mujer de El Chino le cuenta a Del Olmo lo que habló con su marido antes de que éste se inmolase.
El episodio, como señala Casimiro García Abadillo, es de suma gravedad, porque la Policía no reflejó en las transcripciones de las conversaciones telefónicas el contenido de esa conversación, ni el juez Del Olmo dejó constancia de la misma en ninguna parte del sumario, a pesar de resulta evidente el interés que esa conversación tiene para la instrucción del caso.
Como también señala el artículo, la mujer de El Chino habría cometido perjurio ante el tribunal del 11-M, ya que negó haber hablado con su marido antes de su supuesto suicidio. O bien, si no cometió perjurio, a quien habría engañado es al juez Del Olmo. En cualquiera de los dos casos, habría mentido delante de un juez.
Pero la gravedad del tema va más allá, porque lo cierto es que en los datos aportados al sumario no consta que El Chino y su mujer mantuvieran conversación alguna el 3 de abril. Esa conversación no aparece en los listados telefónicos de ninguno de los móviles de El Chino, ni del de su mujer, ni del de su hijo. ¿A través de qué teléfonos se mantuvo esa conversación, si es que existió?
Una posibilidad es que la llamada fuera recibida en el teléfono fijo de la mujer de El Chino, ya que no se han incorporado al sumario ni los listados de llamadas, ni las transcripciones de las conversaciones telefónicas correspondientes a dicho número (¿por qué?). Pero entonces, ¿desde qué teléfono hizo El Chino la supuesta llamada? ¿Por qué no hay ninguna referencia en el sumario al teléfono desde el que El Chino habría llamado? ¿Por qué, como pregunta Casimiro, no está transcrito el contenido de esa conversación entre El Chino y su mujer? ¿Existió esa conversación?
En una de esas conversaciones, cuatro días después de la explosión, la mujer de El Chino le cuenta a Del Olmo lo que habló con su marido antes de que éste se inmolase.
El episodio, como señala Casimiro García Abadillo, es de suma gravedad, porque la Policía no reflejó en las transcripciones de las conversaciones telefónicas el contenido de esa conversación, ni el juez Del Olmo dejó constancia de la misma en ninguna parte del sumario, a pesar de resulta evidente el interés que esa conversación tiene para la instrucción del caso.
Como también señala el artículo, la mujer de El Chino habría cometido perjurio ante el tribunal del 11-M, ya que negó haber hablado con su marido antes de su supuesto suicidio. O bien, si no cometió perjurio, a quien habría engañado es al juez Del Olmo. En cualquiera de los dos casos, habría mentido delante de un juez.
Pero la gravedad del tema va más allá, porque lo cierto es que en los datos aportados al sumario no consta que El Chino y su mujer mantuvieran conversación alguna el 3 de abril. Esa conversación no aparece en los listados telefónicos de ninguno de los móviles de El Chino, ni del de su mujer, ni del de su hijo. ¿A través de qué teléfonos se mantuvo esa conversación, si es que existió?
Una posibilidad es que la llamada fuera recibida en el teléfono fijo de la mujer de El Chino, ya que no se han incorporado al sumario ni los listados de llamadas, ni las transcripciones de las conversaciones telefónicas correspondientes a dicho número (¿por qué?). Pero entonces, ¿desde qué teléfono hizo El Chino la supuesta llamada? ¿Por qué no hay ninguna referencia en el sumario al teléfono desde el que El Chino habría llamado? ¿Por qué, como pregunta Casimiro, no está transcrito el contenido de esa conversación entre El Chino y su mujer? ¿Existió esa conversación?